Un día cualquiera...

-Escribe-… me dice mi yo interior! -Escribe que lo sacaras de forma creativa y luego te reirás de ello-

Pues no sé yo... muchas ganas de reír no tengo. Igual es por la quemadura de la garganta, causada por una hernia de hiato que ni sabía que tenía… esa que igual empezó hace 3 años, cuando me intubaron por doceava vez... Que digo yo que de doce, alguna me tenía que tocar, aunque fuera esto y no una lotería… (Que bien me vendría ahora un dinerillo extra por cierto…)

Porque lo de trabajar es misión imposible…  Ni siquiera puedo quedar con unas amigas porque no tengo ni idea de si ese día me encontrare bien o estaré tirada en la cama con algunos de mis tantos síntomas…  así que ahora imagínate el compromiso de ir cada día al curro, coge bus o metro…  con los peligros que hay en la calle! Como que me caiga y me haga añicos…

Pues nada… a escribir, al menos pasaremos el tiempo entre pinchazo y pinchazo... porque eso de estar sentada durante un rato es un privilegio que ya no tengo.

Bueno si, si lo tengo, que a burra no me gana nadie… me puedo sentar el rato que quiera, solo que después ya me puedo ir olvidando de levantarme…

Parece triste verdad, pues si, lo es, por eso cuando lo cuento a la dra, como el otro día… (una Dra. joven que sustituye a la mía, que ya se ha quedado mayor)… Pues a lo que iba, la pobre Dra., que me pregunta que me pasa, que tiene que hacer un informe…

-¿Tiene tiempo? -Le digo- ¡porque va para largo….-

-Si mujer dígame! tenemos que conocernos!-

Pues para que quieres más! Ya me dio pie, y empecé a enumerarle todos mis males… y a más recordaba más difícil me era controlar el torrente de lágrimas que empezaba a hacer acto de presencia, (para variar) Y ahí me tienes llorando a moco tendido y asustando a la Dra...

Pues como no…

- lo primero que vamos a hacer es mejorar ese ánimo!- y ella misma se toma la libertad de recetarme un antidepresivo y pedirme que deje el mío. Poco a poco, eso sí.

Ya al llegar a casa y poner en orden lo que había pasado decido investigar el nuevo medicamento y me entero que es una medicina que le dan a los esquizofrénicos….

O sea, que he pasado de llorona a esquizofrénica en una visita relámpago, de esas que te dejan días recordando que pasó, que te dijo y si tienes que volver…

Por supuesto no me he tomado el medicamento y hoy iba decidida a hablar con otro Dr. del tema, para pedirle opinión… pero cuando he llegado he tenido que recoger mi densitometría y mi curiosidad me ha vuelto a dejar KAO…

Espera que aún hay más…

Que ahora resulta que tengo osteoporosis!

Fíjate tú! Además de la fibro y de todo lo demás…

Pocas ganas me han quedado de escribir, pero al mirar atrás y ver lo escrito me doy cuenta de que ganas, no me han faltado.

Pero tampoco sobrado.